Hace un par de semanas me propusieron ser el jefe de prensa de uno de los dos clubes más importantes del fútbol peruano. El gerente de marketing y un directivo me comentaron que necesitaban reestructurar la jefatura de prensa del club. Y todo me hacía suponer que iban a mover a un "dinosaurio" que era la imagen del club por más de 10 años.
No me podía quejar, era un buen puesto: sería la imagen del club ante los medios, coordinaría entrevistas con los jugadores, presentaciones oficiales de sponsors, acompañaría al equipo donde viaje, incluso a realizar obras sociales, etc; además, la paga era buena.
El único y pequeñísimo detalle es que no soy hincha de ese equipo (ni me lo preguntaron, tampoco lo sería por cuestiones de trabajo). No conozco su historia, al contrario, en mi época de frenético universitario ese cuadro siempre fue mi archirival, el enemigo.
Cuando iba a la cancha y jugábamos en contra de ellos, me sumaba al griterío de burlas que le hacían por “olvidarse” de campeonar .
Pero por temas ajenos a mí, no firmé contrato con ese club. ¿Intervención divina? Creo que sí (Dios no permitiría semejante herejía) porque no me veía siendo jefe de prensa de un club que no despierta la pasión en mis venas.
No me podía quejar, era un buen puesto: sería la imagen del club ante los medios, coordinaría entrevistas con los jugadores, presentaciones oficiales de sponsors, acompañaría al equipo donde viaje, incluso a realizar obras sociales, etc; además, la paga era buena.
El único y pequeñísimo detalle es que no soy hincha de ese equipo (ni me lo preguntaron, tampoco lo sería por cuestiones de trabajo). No conozco su historia, al contrario, en mi época de frenético universitario ese cuadro siempre fue mi archirival, el enemigo.
Cuando iba a la cancha y jugábamos en contra de ellos, me sumaba al griterío de burlas que le hacían por “olvidarse” de campeonar .
Pero por temas ajenos a mí, no firmé contrato con ese club. ¿Intervención divina? Creo que sí (Dios no permitiría semejante herejía) porque no me veía siendo jefe de prensa de un club que no despierta la pasión en mis venas.
¿Hubieras aceptado la propuesta que me hicieron, incluso a costa del hinchaje por tu equipo favorito? ¿Chamba es chamba?
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