jueves, 21 de julio de 2011

0 Cuando un ateo dice adiós

 Lee Strobel, periodista del Chicago Tribune y ateo confeso, luego de años de renegar sobre la fe se enfrascó en una sesuda investigación, tras la cual se volvió un apasionado defensor del cristianismo. Strobel ganó el Gold Medallion por sus libros que son best sellers en la lista del New York Times, y lideró dos de las iglesias más grandes de los Estados Unidos, dirigidas a personas que se sienten incómodas cuando llegan a una congregación de creyentes. Aquí un breve repaso de su viaje espiritual. 


[El artículo también fue publicado aquí]. 

Lee no es la marca de un jean, pero --sin duda-- no le faltaron pantalones para contar la historia de su vida. El ateismo lo había abrazado desde que tenía uso de razón, al igual que a sus parientes, amigos y colegas. 

Las paradojas de la vida es que ahora Strobel es el protagonista de la noticia --distante de sus 13 años como galardonado periodista de investigación y editor del diario norteamericano Chicago Tribune, donde decidía qué hecho sería la portada del día siguiente--. Sus buenas noticias ahora abrigan esperanza y dan luz a ciegos espirituales.


Pero es en la prestigiosa Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri donde se perfilaba como un voraz ateo sin patria. Los nuevos conocimientos científicos en materia de evolución y la influencia de profesores liberales hicieron que la ciencia ganara su batalla versus la fe. Lee Strobel era de los tipos que buscaba dejar en ridículo a cualquiera. Para él un creyente debía ser un enclenque intelectual. Al igual que Pablo, no calzaba con el prototipo de ‘incrédulo normal’.


Durante su estadía universitaria en Missouri, Lee lanzaba constantes golpes a la razón a Ersin, su amigo turco, quien le aseguró que su ingreso al Chicago Tribune era un regalo del mismísimo Dios.

–¿Acaso no has aprendido nada en la universidad?, ¿No había explicado Darwin que la vida era meramente un accidente de la evolución?, ¿No había establecido Marx que la religión era solo una herramienta que utilizaban los poderosos para oprimir a los pobres?, ¿No había argumentado Freud de manera convincente que las creencias religiosas son ilusiones vacías que provienen del deseo de protección ante los peligros de la vida? –gruñía Strobel. 

Una iglesia para los incrédulos

La debilidad de Lee --que lo llevó a respirar la fe-- fue su esposa Leslie. Era su tesoro. Pero Linda, la mejor amiga de Leslie, adelantó los planes: logró cautivar a su adorada con las enseñanzas de Jesucristo. Ella asistía a una iglesia tradicional, sin embargo, sabía que Leslie no estaba lista para adorar. Todavía no comprendía quién era Dios. Prefirió llevar a su amiga a una congregación diferente, ubicada en un cine. Y Willow Creek le encantó.


Mientras tanto, Lee pensaba que la iglesia representaba cuatro cosas: aburrida, hipócrita, buscadora de dinero e irrelevante. Y no pasaron muchos meses para que se quedara atónito. Percibía cambios sutiles en el carácter de Leslie, en cómo se relacionaba con los niños y en el comportamiento más amoroso con él y los demás. Luego de ene veces, finalmente fue persuadido para acompañarla. Quería conocer quién era ese Jesús que estaba cambiando a su amada esposa --a estas alturas ya tenía el ceño fruncido--.

“Leslie tenía razón, me gustó la música. En lugar de un órgano resollando viejos himnos gastados, las canciones eran una especie de rock suave y yo pensé que estaban muy buenas a pesar de la letra cristiana. También me gustaron los dramas y la multimedia y el hecho de que el lugar parecía plagado de electricidad. Pero lo que más me cautivó fue el mensaje. Lo presentó Bill Hybels, que era de mi edad y se paró frente al público sin notas y sin un púlpito. Se vestía como un empresario joven y en lugar de recriminarnos, hablaba en un sincero tono coloquial, como un amigo hablando con otro amigo.

Hybels había captado mi atención. Aunque yo no creía que el evangelio fuera verdad, él me había convencido de que sí era verdad. Así que aquella mañana tomé una decisión. Prometí revisar la fe cristiana”, así refiere Strobel su búsqueda espiritual en el éxito de librería Cómo piensan los incrédulos que tanto quiero.

¿Qué opinan los científicos?

Strobel utilizó su experiencia periodística y de leyes --obtuvo una maestría en la Universidad de Yale--, para emprender un largo viaje, en el cual logra estudiar Historia antigua y Arqueología, la Biblia entera --que muchos creyentes ni se lo han propuesto-, y recorrer los Estados Unidos entrevistando a 13 eruditos --con doctorados en reconocidas universidades, como Princeton, Chicago y Cambridge--, que a su vez son autoridades reconocidas para responder filosas preguntas de un incrédulo a sueldo sobre la vida de Jesús.


El Caso de Cristo fue catalogado récord 
de ventas en la lista del New York Times.
Fruto de esta vasta investigación nace su best seller El caso de Cristo, y con ello también su nueva vida como cristiano. En una de las entrevistas, el doctor Gary Collins, con una maestría en psicología de la Universidad de Toronto y un doctorado en psicología clínica de la Universidad Purdue, responde categóricamente que Jesús no estaba loco cuando decía ser el Hijo de Dios. Al observar lo que dice y sus emociones --sustenta-- Jesús nunca demostró estados inapropiados. Incluso lloró cuando murió su amigo Lázaro, eso es natural en un individuo saludable. No era paranoico porque estaba en contacto con la realidad. Hablaba con claridad, fuerza y elocuencia. Y tenía una relación profunda y constante con personas de todas las esferas de la vida.

Por su parte, el doctor Edwin Yamauchi --master y doctorado en estudios mediterráneos en Brandeis University y ex catedrático en Yale, Princeton y Cornell--, quien participó en las primeras excavaciones del templo de Herodes en Jerusalén, afirma que los evangelios son las fuentes más fidedignas para hablar de Jesús. Además, los historiadores Josefo y Tácito hacen referencias de Cristo en sus escritos. También el romano Plinio el Joven escribe en el año 111 d. C. que toda clase de personas, esclavos y ciudadanos romanos, se comprometían con juramento para abstenerse del robo, adulterio… Con lo que dan testimonio de la rápida propagación del cristianismo, tanto en el campo como en la ciudad. 


Las pruebas eran irrefutables y su corazón estaba arrugado de dolor, por un lado, e hinchado de orgullo, por el otro. La ciencia y la fe se pusieron de acuerdo. Decía agotado: ¡Para seguir siendo ateo hacía falta más fe que para ser cristiano!


Más tarde, Lee dirigió y fue maestro de enseñanza por más de 15 años en Willow Creek Community Church y Saddleback Valley Community Church, dos de las iglesias más grandes de los Estados Unidos.

Los Juan y María Sin Iglesia

En Cómo piensan los incrédulos que tanto quiero, desmenuza estrategias para construir inteligentes relaciones con los no cristianos; a ellos les puso por nombre los Juan y María Sin Iglesia. Strobel explica que el evangelismo es a menudo un proceso, no un suceso repentino; mientras que la conversión ocurre en un momento específico, una sola vez. Sin embargo, erróneamente muchos cristianos e iglesias sólo están diseñados para tratar el evangelismo como una decisión que debe tomarse en un instante. 


Asimismo, las mujeres pueden tener una influencia significativa en los hombres con respecto a los asuntos religiosos. Y al tratar de alcanzar a un amigo con el evangelio, será necesario asociarse con una iglesia que ofrezca servicios o actividades periódicas que sean sensibles a lo que andan buscando. La apologética --o el uso del razonamiento para defender la fe-- tiene una importancia crucial para penetrar el escepticismo de muchas personas.

Vivir para contarla

Este apasionado apologeta ha dejado de idealizar el Pulitzer o el MacArthur Fellowship Grant, pero los reconocimientos no dejan de perseguirle. Ganó cuatro Gold Medallion [Medalla de Oro] por sus exitosos libros El caso de Cristo, El caso de la Fe, El caso del Creador, El caso de la Resurrección, El caso del Jesús Verdadero, El caso de la Navidad y Cómo piensan los incrédulos que tanto quiero, que son records de ventas, según la lista del diario norteamericano The New York Times.


Ahora se ha dedicado de lleno a su labor de prolífico escritor (es autor de más de veinte libros), editor del website sobre apologética LeeStrobel.com y fue presentador, durante dos años, del programa televisivo semanal “Faith Under Fire” [Fe Bajo Fuego].


Lo que desconocía Lee es que era investigado con lupa desde el cielo. Los 13 años de férreo periodista formaron a un león y Jesucristo lo quería en sus filas. Y fue así. 

Sus best sellers:
El Caso de Cristo, una investigación exhaustiva - Lee Strobel

Cómo piensan los incrédulos que tanto quiero - Lee Strobel


Encuentra al Jesús verdadero, guía para cristianos curiosos y buscadores escépticos - Lee Strobel

El Caso del Jesús Verdadero - Lee Strobel

 

Avioncito de Papel Copyright © 2011 - |- Template created by O Pregador - |- Powered by Blogger Templates